Escuela francesa; siglo XIX.

Escuela francesa; siglo XIX.
Óleo sobre lienzo.
Firmado E. Delacroix.
Presenta desperfectos en el marco
Medidas: 65,5 x 81,5 cm; 81 x 98 cm (marco).
De una forma suntuosa y delicada el autor de esta obra envuelve el cuerpo de una joven desnuda entre ricas telas. La mujer que adopta una postura lánguida y despreocupada se encuentra ajena al espectador ensimismada en su propia intimidad. Se trata de una actitud totalmente romántica, lo imposible atrae y fascina a la imaginación, convirtiendo la imagen de la mujer en un símbolo de sensualidad. Se trata de la representación de un es un imposible porque los románticos nunca serían capaces de encontrar aquello con lo que soñaban, ya que eran realidades que no existían. Asimismo, dentro de la temática de este desnudo cabe citar que el autor se ha inspirado en las representaciones de las odaliscas, que se popularizaron ampliamente. Este recurso extraído del orientalismo debe entenderse como una de las corrientes que alimentan el arte europeo del siglo XIX, coincidiendo con el triunfo de la burguesía capitalista y de los países imperialistas, sobre todo Inglaterra y Francia. Dentro del rechazo romántico al propio tiempo se desarrolla una huida fantástica y libre en el tiempo y en el espacio, hacia la antigüedad y hacia un oriente que se extiende desde España hasta Rusia, pasando por el Norte de África y llegando incluso a Japón. Si las chinerías dominaron el siglo XVIII y el japonismo deslumbró a los impresionistas, Oriente Próximo será el nuevo descubrimiento. Partiendo de las bellísimas e inalcanzables odaliscas de Ingres, de piel tan pálida y gestos tan elegantes que llevan siempre a pensar en una princesa cristiana cautiva, nunca una mujer árabe, las diversas escuelas pictóricas irán desarrollando toda una nueva iconografía que busca recrear de forma fantástica –puesto que de Oriente nada se sabe- un mundo prohibido a los occidentales y lleno de atractivos. Pintores como los franceses Bouguereau y Giraud recrearán escenas exóticas con todo lujo de detalles, buscando servir como ventana a lo desconocido a través de una reproducción casi fotográfica que dota de verosimilitud a las narraciones y espolea la imaginación del espectador europeo. Las protagonistas orientales casi siempre son hermosas y elegantes mujeres, que encarnan el ansia por lo inalcanzable. El exotismo romántico es por tanto la quintaesencia de la nostalgia moderna, es el estar siempre persiguiendo algo imposible de alcanzar, que no existe o se ha transformado. Así, aunque pinturas como esta puedan parecer realistas a simple vista, siguen siendo ante todo románticas, emblema de una época y un modo de pensar que iniciaron la era moderna.
Tanto el tratamiento estético como temático de la obra indican que se trata de un pintor en contacto con las corrientes tanto del romanticismo como del neoclasicismo. En definitiva, esta obra reúne por sus características varias corrientes que se desarrollaron en Francia a principios del siglo XIX, convirtiendo el país, y en especial la ciudad de París en uno de los centros culturales más relevantes de la época.

Teléfono para ofertas: 932 463 241
Cómo comprar
Pagos
Logística